sábado, enero 26, 2008

El hechizo, I parte

Todas aquellas palabras que en su época fueron escritas bostezaban perezosamente a medida que Roberto las despertaba. Sin embargo, algunas se resistían a restregarse los ojos como las demás y permanecían dormidas, probablemente para siempre, a no ser que quedase algún otro viejo erudito oculto dispuesto a abandonar el anonimato y traducírselas al apuesto profesor de la facultad de Historia. "Bah" pensó "por media docena de palabras no pasa nada".

Roberto empujó su escritorio nuevo para hacer sitio, colocó su flamante papelera metálica en el centro del despacho, la rellenó con hojas arrugadas arrancadas de esas novelas románticas que NADIE debía saber que consumía con delectación, cerró las persianas, apagó las luces, encendió una mini hoguera mágica, sagrada, mística, espiritual, pagana, oculta, sacó un espejito, comprobó que bajo los rojizos fulgores de las llamas su rostro era la viva imagen de la pasión, que ninguna mujer ni ningún homosexual en su sano juicio podrían contemplarlo sin desfallecer de amor y lujuria, sonrió satisfecho, se atusó el pelo, pronunció las palabras mágicas y empezó a estremecerse levemente de pura emoción mal contenida, tal era su ansia de comprobar el efecto del Hechizo Para Triunfar. *

La papelera empezó a vibrar, saltar y eructar para finalizar con un gran pedo que lanzó llamaradas en varias direcciones, convirtiendo el despacho en una bola de fuego. Roberto salió gateando bajo el humo como pudo. Tenía que apagar eso antes de que alguien fuera a darse cuenta.

Continuará

* Quería hacer una sola frase muy larga para que viérais lo guay que soy, pero una aliteración cacofónica rompe el efecto de perfección, era sólo para que no os muriérais de envidia.
Yo también soy cuentacuentos

miércoles, enero 23, 2008

Una entrada sobre cine

Tenía en mente una entrada sobre cine. Quería aprovechar el lanzamiento de la colección de DVDs + libro del diario "El País" para dar algunos consejos y sugerencias a aquellos profanos que estuvieran interesados en empezar a ver obras anteriores a los '70, del mismo modo que iba a tratar de quitar el miedo que muchos tienen a ver películas viejas por haber elegido mal la primera y pensar que todas van a ser igual de pesadas.

Pero cada vez que intento escribir Orson la palabra Heath se me derrama entre las manos, así como cuando quiero teclear Capra es L-E-D-G-E-R lo que presiono. Hoy solo puedo lamentar que este muchacho no haya podido digerir ciertas cosas y nos haya privado para siempre de sus excelentes interpretaciones. Admito que la primera vez que oí hablar de él fue en alguna revista para niñatas y me formé una imagen errónea, pero tras ver algunas de sus películas rectifiqué esa visión.

Me pregunto cómo de malo en realidad será eso de la fama. ¿Deforma a todos los que toca? ¿O sólo sucumben personalidades frágiles? Sin ir más lejos, la semana pasada fue hallado muerto Brad Renfro, con apenas 25 años, y el listado de casos similares es largo. Personas cercanas a mí a menudo me preguntan que qué haré cuando sea famosa. Lo primero que les respondo es que dudo que eso llegue a suceder, pero llegado el caso y visto lo visto... no sé. Hasta me he despertado de pesadillas en las cuales me perseguían los paparazzi (pesadillas, no sueños, habéis leído bien). Si eso fuese real, a saber cómo lo llevaría.

Dicen que Heath no pudo superar la ruptura con Michelle Williams. A veces no hace falta ser famoso para querer arrancarse el corazón y saltar sobre él, pisotearlo hasta que esté tan desgarrado que muera de una vez por todas. Acabar con el dolor. Por desgracia, matar un corazón no permite al resto del cuerpo seguir viviendo libre de cargas. Me pregunto también si sólo son las personas débiles las que no pueden superar las rupturas, las peleas con los padres o los abandonos de los que se creían amigos. O si, en cambio, son las personas que ya nacieron sin corazón las únicas que pueden caminar por esta vida con la cabeza alta.

miércoles, enero 16, 2008

Woody Allen

Durante la última semana he estado leyendo "Pura Anarquía", compendio de dieciocho relatos cortos de Woody Allen que Arantza tuvo a bien convertir en mi único regalo de Reyes (aaah criatura inocente, eres la única que no se ha percatado de mi maldad muajaja).

La marcada personalidad de Woody hace que su estilo sea reconocible en cualquier medio y generalmente o gusta, o no gusta. En mi caso provoca el primer efecto y por eso no puedo menos que recomendar este divertidísimo libro en el que se suelta aún más que en sus películas. Cada cuento es tan cortito que los disparates pueden ser enormes sin tener la presión de mantener la coherencia exigida por una obra larga. Del mismo modo, eso permite que ninguna historia llegue a hacerse pesada y que las haya para todos los gustos, aunque de constantes como rubias explosivas o judíos bizarros no nos libraremos.

No soy muy devota de los directores que supeditan sus creaciones al guión, sin embargo, los del señor Allen son tan brillantes que se acepta sin reservas que centren la atención. Unas veces por lo entrelazado de sus meandros (véase "Match Point"), otras por sus despropósitos, como en la divertidísima "Todos dicen I love you", que deja patente que cuando la masturbación es mental los resultados son de lo más productivos. Personalmente, la película suya que más me gusta es "Annie Hall" porque agrupa todo lo que más me gusta: una historia tierna, diálogos divertidísimos, momentos idos de la olla, él mismo y la gran Diane Keaton, espléndida actriz cuyo romance conmigo se inició con "El Padrino".

Me dio mucha pena no poder ir al rodaje de "Vicky Cristina Barcelona" ni a su investidura como doctor Honoris Causa. Espero poder tener una oportunidad para verlo cuando estrene la película esta primavera y así chillarle mi admiración atemporal mientras le lanzo prendas poco decentes. Con un poco de suerte, podré contar a mis nietos que en cierta ocasión logré arrancar una mirada atemorizada del maestro Allen. Entre tanto, miraré a mi padre, que, casualidades de la vida, se le parece mucho. ¿Será el destino?

sábado, enero 12, 2008

Consejos y aclaraciones para comprar vuelos por Internet (I)

Algunos de los consejos que vienen a continuación pueden parecer hasta insultantes por su aparente obviedad. Sin embargo, las llamadas que llego a recibir en ocasiones me empujan a escribirlos y tal vez os sirvan para evitar problemas estúpidos.

-Una cosa es la compañía aérea y otra la agencia de viajes. Esta frontera que en el mundo físico es tan clara parece diluirse en Internet. Clickair, Vueling, Air Europa, Alitalia, etc. son aerolíneas que ofrecen vuelos concretos a precios concretos. Edreams, Atrápalo, Rumbo... son agencias virtuales que se dedican a buscar entre los vuelos ofertados por las diferentes aerolíneas la combinación que más se ajusta a lo solicitado por el cliente y vendérsela cobrando además una pequeña comisión. Por lo tanto, es aconsejable comprar directamente en la web de la aerolínea, así nos ahorraremos la comisión de la agencia virtual y, en caso de error web, sabremos a quién acusar. De lo contrario, es fácil que la aerolínea diga que no se hace responsable de los errores de la web de la agencia, mientras que ésta se defenderá argumentando que si el sistema de pago de la compañía aérea no funciona bien no es su problema.
Si hemos comprado en una agencia la ida con una compañía y la vuelta con otra, hay que tomar nota de cuál se usará en cada caso. ¿Obvio? No tanto. Cada día recibo llamadas de pasajeros que tenían ida con X y vuelta con Clickair. Al abrir su reserva evidentemente sólo me aparecerá la vuelta (¡¡los vuelos de otra compañía no están en nuestra base de datos!!) y se enfurecen creyendo que les hemos "borrado" la ida.
Por último, no tiene sentido exigir a una aerolínea que nos busque un vuelo con otra. Más de una vez he recibido peticiones del tipo "quiero un vuelo Sevilla-Madrid" a las que respondo con un "Clickair no vuela a Madrid, deberá buscar otra compañía que haga esa ruta." "¡X la hace! ¡Búscame un vuelo con X!!!" ¡Pues diríjase a X o a una agencia de viajes (física o virtual)!

-A veces a la aerolínea X no le compensa fletar un avión entero para ella sola para una ruta determinada y opta por llegar a un acuerdo con la compañía Y que sí la haga para "alquilar" plazas en sus vuelos. Aquellos pasajeros que hayan comprado su billete directamente a Y tendrán una reserva 100% Y, es decir, se les aplicarán las condiciones (precio, kg de equipaje permitido, política de cancelación, promociones, etc.) de Y y viajarán en un avión de Y. Los que lo hayan comprado a X tendran un "vuelo de X operado por Y", por tanto volarán en el avión de Y y en el aeropuerto deberán dirigirse al mostrador de facturación de Y, pero se les aplicarán las condiciones de X. Del mismo modo, para cualquier cambio, cancelación de reserva, etc. estos pasajeros deberán dirigirse a X, que es a quien han pagado al fin y al cabo.

-Hay normativas estatales o europeas a las que todas las compañías deben someterse por igual (por ejemplo, para entrar en Rusia hace falta visado porque Rusia lo exige y no hay más que hablar), pero otras disposiciones varían en función de cada aerolínea. Siempre hay que informarse de las condiciones propias de las compañías antes de hacer la reserva para evitar sorpresas desagradables y posteriores reclamaciones inútiles (ejemplo: pasajero que pretende facturar con nuestra compañía una maleta de 40 kg gratis porque X permite llevar hasta 50 sin pagar extra y se indigna al recibir como respuesta en facturación: "nuestra normativa indica que el máximo de kgs que pueden llevarse de forma gratuita son 20", de saberlo de antemano podría haber comprado de entrada a X, haber preparado la maleta teniendo en cuenta que sólo puede llevar hasta 20 kg o tener a punto el dinero para pagar los kgs extra sin maldecir al pobre empleado de facturación por hacer su trabajo, además de no perder tiempo en posteriores reclamaciones a nuestra compañía que no llevarán a ninguna parte, porque lo que X autorice o deje de autorizar no nos atañe). Es especialmente importante conocer cuál documentación requiere cada compañía para no quedarnos en tierra por creer que se podía viajar con el carnet de conducir, el DNI caducado, etc. ("X me lo aceptó...").

-Los descuentos de Residente y Familia Numerosa vienen determinados por el Estado. Normalmente una parte del precio de un billete corresponde a las tasas del aeropuerto (lo que cobra el aeropuerto, igual para todas las compañías) y el resto a lo que se lleva la aerolínea (cubrir gastos + beneficio). Estos descuentos se aplican únicamente sobre lo que se lleva la aerolínea. Se considera Residente a cualquier persona con residencia oficial en Baleares, Canarias, Ceuta o Melilla y tienen un descuento del 50% en vuelos o travesías que tengan como salida o destino su comunidad. Así, si un mallorquín quiere ir a Frankfurt cambiando de avión en Barcelona, tiene derecho al descuento en el primer tramo, pero no en el segundo pues una vez ha llegado a la Península está en igualdad de
condiciones con respecto a un madrileño o un sevillano.
El descuento de Familia Numerosa es del 5% para familias con 3 hijos y del 10% para familias con 4 o más.
Hay que consultar con cada compañía la documentación y procedimiento necesarios para acreditar el derecho al descuento (carnets especiales, certificados, dónde presentarlos...). Si no, incluso nos pueden denegar el embarque.