domingo, julio 08, 2007

Why are you crying, my angel?

Los hombros del ángel se estremecían mientras lloraba. Una lágrima nació en sus ojos azules, resbaló por su mejilla y se precipitó en los labios de la joven que yacía entre sus brazos, como si del beso que nunca llegó a darle se tratase. Pero ella ya no podía beber las gotas que la habrían salvado.


El ángel se limpió la nariz con la manga y suspiró, tratando de serenarse. Recordó cuando le asignaron ese bebé de pocos minutos de vida. Nunca había visto criatura más hermosa. Desde ese preciso instante, se enamoró de la niña sin remedio, jurando protegerla de cualquier amenaza con cada partícula de su ser. Así, la detenía cada vez que, atolondrada, se arrojaba delante de los vehículos en marcha, sustituía los alimentos en mal estado por otros frescos y distraía a los perros que pudieran morderla.


La niña creció y se convirtió en una muchacha radiante como un vidrio al sol. El ángel no cabía en sí de dicha cada vez que la veía sonreír. Por las noches, aprovechaba el sueño de la joven para rozar tiernamente sus labios con una de sus plumas. A veces le dolía pensar que su condición jamás permitiría que se encontrasen en esta vida, pero por lo menos así podía protegerla de todo mal.


Menos de uno.


Los días pasaban y la chica siempre estaba sola. Al principio no le importaba, después pasó a sentir una leve inquietud que no sabía identificar y al final la desesperación se apoderó de sus noches. El ángel sólo podía morderse la lengua con impotencia cuando la veía llorar creyendo que nadie la quería. Cada vez que entre sollozos suplicaba una caricia, él le habría dado cien abrazos, cien abrazos que en la práctica no eran más que un soplo imperceptible para la pobre muchacha. El calorcito de su corazón fue esfumándose lentamente, hasta que una madrugada el frío se apoderó de ella.


Una nueva lágrima cayó sobre el rostro inerte de la joven. Su condición de ángel le había permitido protegerla de todo mal, menos de uno: la desesperanza.

Yo también soy cuentacuentos

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Primeeeeeeeeeee!!
He querido comenzar leyendo tu historia por ser tú la mami de la frase, jejeje ;)
Me ha gustado mucho. Mucho, mucho, muuuchooo!! Incluso más que tu "nueva casita" :P
"Su condición de ángel le había permitido protegerla de todo mal, menos de uno: la desesperanza" Opino que no habría mejor final!!
Mil besotes y mil aplausos por tu relato. Y también... mil gracias por la frase!! :*

Anónimo dijo...

Qué impotencia el pobre ángel y qué putada la desesperanza, esa sensación de vacío que no se llena con nada, incluso haces las cosas por hacer, ya no sabes si por seguir sufriendo o, intentar buscar algo en la vida que haga que encuentres un motivo para seguir. Creo que muchos de nosotros en algún momento lo hemos sentido y los que hemos tenido suerte, hemos sabido escuchar a nuestro ángel.
Quiero más!! volveré la semana que viene. Un abrazo

Anónimo dijo...

Te ha quedado una historia preciosa..Gracias por la frase. Salu2.
Luz de Luna

Miss Lawliet dijo...

Uff! ¡Vaya un cuento!

La desesperanza es un sentimiento terrible, lo he padecido durante mucho tiempo... sé lo que me digo.

Me ha llegado muy dentro este cuento, es precioso, aunque muy triste. (habla la que no hay escrito un solo cuento con final feliz...)

Felicidades por la frase y por el cuento.

Laura Luna dijo...

Has sabido reflejar muy bien los sentimientos del ángel, así como tocar la fibra sensible al lector :) Es una historia muy bonita, aunque con ese coco tan imaginativo que tienes, puedes sacar historias mucho más originales que el mítico "ángel de la guarda enamorado de su protegido".

Besos de ángel,
Mun Light Doll

Anónimo dijo...

Lo que ha de ser una tortura cruelisima para un angel de la guarda es el libre albedrío:Lola que te la pegas, que te la vas a pegar, niña la pare...¡PLOOOOFFFFFF!!!!!

Pedro dijo...

Huy, que triste... Y es que de la desesperanza o nos salvamos solos o.. como yo digo siempre ¡Solo no , mejor con amigos!

Un cuento triste, pero que deja poso (al menos a mi me ha dado que pensar)

Un saludo,
Pedro.

Sara dijo...

Que historia más bonita aunque a la vez sea muy triste.
Me encanta la frase de "El calorcito de su corazón fue esfumándose lentamente, hasta que una madrugada el frío se apoderó de ella"
Me dejas que pensar.
Un beso
Pd. que se me olvidaba...Felicidades por la frase, es genial. cargada de ternura, como todo tu relato

Anónimo dijo...

Jolines... Corta, pero llega muy adentro...

Ha sido una pasada... Aunque muy triste que no pudiese hacer nada por ella... Decirla que no estaba sola, que sí había alguien que la quería más que a nada...

Besines de todos los sabores y abrazos de todos los colores.

Anónimo dijo...

Muy bonita historia, me ha gustado mucho, sobre todo las ultimas frases del final, la bordan. Felicidades por ella.

Un besito.

PD: gracias por tu comentario y por pasarte por mi blog :).

Anónimo dijo...

¡hola!


Buen texto. Me esperaba otro final, o al menos que se hubiese alargado más, pero quedó bien con esa frase.

Lo que no entiendo es porqué siempre estaba sola. Y sí, tiene que ser desesperanzador.

Saluditos!

Carabiru dijo...

Qué tristeeeeeeeee!!

Ais, aunque me ha gustado el enfoque de la historia.

Llego tarde y publico tarde también, pero finalmente entre yo y una nueva adquisición hemos conseguido darle forma a una historia con tu frase.
Espero que te guste!

Salu2

Pugliesino dijo...

Y es que no es facil ser humano, y tu angel no pudo resistir la tentación, creo que nadie, de emocionarse ante la ternura de un bebé.
De todos menos de uno.Pensé que se referiría a la muerte, pero la desesperanza, que no la soledad, el verla como tan solo un angel puede ser testigo de ello sufrir en silencio, esa mirada, leer sus lagrimas a solas ufff nos impregnas de esa escena tan bien representada, tus palabras moldean ese momento,la rabia del angel, la desesperación de ella, y cuan de una película se tratase aquí nos tienes deseando que el amor aparezca ante ella,pero sin caer en que el amor ya lo tenía, tan solo que no podía saberlo.
Y esa impotencia del angel en manifestarlo es genial.
Un abrazo!

tormenta dijo...

mmmm leí por ahí (o creí entender más bien U_U...)que esto lo habías escrito hace tiempo. No sé, pero parece que refleja bastante ciertas cosas que han estado sucediendo.
Es un cuento con una triste moraleja, muy triste en realidad, sobre todo porque un ser luminoso como ella nunca puede estar solo, porque la protegida del ángel solo tenía que haber cerrado los ojos y haber mirado dentro para sentir en el corazón el calor que desprendía el amor que él le profesaba.
Es muy hermoso aunque al final me haya provocado un escalofrío.
Cuidate princesa Elfa. Un besito chiquitin ^^